Muchos de vosotros sabeis de mi ya vieja amistad con Eduardo Torres-Dulce y esto sin perjuicio de su escasa práctica en actos cotidianos. Nos vemos de ciento en viento y nos congratulamos de dichos encuentros. Ignoro cuál ha sido el motivo de su decisión que, por cierto, me pregunta mucha gente sabedora del afecto que le profeso. Eduardo es persona excelente en todos los planos y, aunque personalmente no estoy para muchas conjeturas,  entiendo que esa excelencia se extiende a lo profesional.

Supongo que la dimisión tendrá relación indirecta con cualquiera de los follones penales que han tocado a la Fiscalía, singularmente los líos de Mas y el juguete de su consulta o los de la Eta con el papelón de las dos Secciones de la Nacional y la intervención del Supremo. Cualquiera de estas dos cuestiones ha podido alterar a un hombre templado y digno que ha hecho aquello de lo que todo el mundo alardea y nadie hace, largarse a su empleo y a su casa. Enhorabuena a Eduardo y a Lurdes.

Dicho sea de paso, lo que ha hecho son «motivos personales» digan lo que quieran los opinadores de turno. Si alguien con cualquier motivo te toca las narices, sea por causas personales o de cualquiera otra índole, el hecho de mandarle a hacer puñetas no es sino la razón personal de sentir que tus narices están demasiado tocadas………..y no hacen falta más explicaciones.

Esto viene a cuento porque me encuentro en una situación parecida y mucho me temo que la decisión acabe siendo similar aunque en mi caso produzca efectos aún más contundentes, en concreto, el final de mi carrera judicial. Mis compis de mayor proximidad, mejor, algunos de ellos, me han tocado las narices hasta el punto de hacerlas imperceptibles – y ya es difícil- y he tomado la decisión de mandarlos a la m. A la vuelta de unos meses o reconvierto mi actividad en el sector internacional del Consejo, lo que ya hice muchos años ha, o, si no me sale, pido la voluntaria y ya veré qué hago. Verlos de nuevo es superior a mis fuerzas y agrava la diabetes. Nunca mais tanta mediocridad y mala fe.

Y ahora vamos a cosas serias, entiéndase el Madrid. Menuda pachanga han montado en Marraquesh con lo que llaman el mundialito. Vaya chorrada se ha inventado Floren para seguir saliendo campanudo y decir que son el mejor equipo del mundo escoltado por algún que otro clown que da botes y ahora falla goles. Hay que echarle jeta al asunto. Cualquier día viene un mindundi y le apaga las velas. Si no, al tiempo.