Nada más lejos de mí que faltar al respeto a las jerarquías de la Iglesia Católica ni de ninguna otra cofradía. Respetos al máximo que decía úno en la tele. Lo que sucede es que existe un chavalote enchufado de Rajoy y de Wert, qué decepción, que responde al nombre de Cardenal y a quien no se le ha ocurrido otra cosa que manifestar, más o menos, que la imputabilidad penal o administrativa de un equipo  de fútbol y de sus dirigentes es inversamente proporcional a su capacidad goleadora. O sea que si el Barsa marca mucho, no le busquen las vueltas a su peculiar forma de entender el sistema tributario y, si lo hace el Madrid, pues se puede quedar no sólo con la Castellana sino con las calles más remotas.

Se supone que esta regla del insigne jurista Cardenal también funcionará a la inversa y, en consecuencia, tras un partido como el de Valladolid, todos al trullo. No estoy en absoluto de acuerdo por ser una notoria exageración pero, en fin, qué le vamos a hacer. Este chico es algo más corto que su padre, también enchufado por la gracia de Dios ….y nunca mejor dicho. Algunos no deberían pasar de párrocos y van bien servidos.

La semana ha venido de magníficas juergas. El martes inauguración de exposición de pintura, el jueves sarao taurino flamenco de mucha altura y el sábado….bueno lo del sábado merece un punto y aparte.

El jueves visitamos la finca de mi amigo Ismael en las cercanías de Robledo de Chavela. Menuda choza, jamás había visto nada parecido. Fantásticas instalaciones con plaza de toros cubierta incluída y adornadas con extraordinario buen gusto. Toros, guitarras y cante, magníficos amigos, espléndida gastronomía, algo de mus y mucho buen humor. Gracias por invitarme.

Y para finalizar, la traca. A mis hijos les debo un cumpleaños sorpresa en el NH del Paseo de la Habana con doscientas personas. Muchas visitas de fuera, incluso del extranjero, en lo que será para siempre el día más emocionante de mi vida. Mi hijo Alfonso, con sus amigos Quique, Ramón y Luis, recrearon mi pobre trayecto vital con imágenes gráficas de los Luthier cuya interpretación hace ya años los hicieron célebres en el Colegio Alemán de Madrid. Pasé a ser D. Alonso Quijano y se mofaron con exceso de mi persona. Todavía no lo he digerido del todo y las imágenes están en Youtube bajo el título «cumpleaños sorpresa Alfonso Sabán». Una pasada que afortunadamente ha derivado en un más que merecido homenaje a los chicos y a la memoria de quien los tuvo.

La semana que viene se anuncia también tremenda. Ya os contaré pero a este paso van a acabar conmigo. Voy a seguir llorando como lo que soy, un niño.