Perdonadme mi ortografía del ucraniano pero no se puede tener todo. Resulta que tengo un amigo, José Ignacio por más señas, cuyo hijo ha matrimoniado con una chica de Kiev  formando una familia muy mona allá por Estocolmo. A los padres les viene muy bien porque les gusta viajar. Tienen hasta bonobús en la capital sueca.

Pues bien, mi ya veterano amigo me tiene al tanto de las cosas de Ucrania, que conoce detalladamente a través de su consuegro. Nuestras conversaciones en la montaña no pueden ser más ilustrativas.

Básicamente se trata de un país roto por la mitad. Una parte, Polonia, muy inclinada al  occidentalismo con mayoría en la ciudad de Kiev. La otra con idioma e influencia rusa con más poder histórico y que cuenta con el actual Presidente. Entre medias, para acabar de fastidiarlo, unos rojos muy rojos y unos nazis que dan muchísimo miedo. A saber quién da y reparte razones.

Sin embargo, y sin tener pajolera idea, España y quizás Alemania, Inglaterra y Francia se han pronunciado por los de la plaza, es decir, Gamonal. USA vive en el entusiasmo y Putin, que tiene mal perder, es víctima de un cabreo de órdago y nadie sabe por donde va a salir su célebre mala uva.

Nadie puede decir cómo acabará el follón. Por lo pronto, han organizado un golpe de Estado contra un Presidente lícitamente elegido y aquí todos tan contentos. Unas cuantas pancartas y viva Gamonal aunque nadie sepa qué diantres piden. Además mucha sangre inesplicada y la fiesta continúa. Ya veremos, ya veremos pero yo no lo tengo nada claro. La Timoshenco me parece una loca pedales sin oficio ni beneficio. No sé porqué estaba en la cárcel pero  tampoco puedo averiguar a qué coño ha venido al margen de buscarse un empleo que le deje los riñones abrigados como ha sido siempre su obsesión. Cuidadito con Ucrania porque me temo que nos estén engañando. Acordaros de El Cairo, Siria o Libia. Gamonal es Gamonal por temprano que se levante.

Por lo demás a la Espe le crecen los enanos. Por si no tenía bastante con sus íntimos González y Lópes Viejo, le salta Granados. Parece que los escogía con pinzas y se ha puesto tan nerviosa que ha dicho que para un político tener una cuenta en Suiza es delito y que tenía que pagar los impuestos. Ni sabe lo que es un delito ni lo que es un impuesto. Esta chica es un desastre luchando contra la marea para calzarse un buen cargo en las próximas y sucesivas elecciones. Si no lo consigue su arroz estará más pasado que las paellas de la mili. Como ella pensará, la paella estaría pasada pero con cuánto gusto os la comíais. Y llevaría razón.