A mi me parece un coñazo hablar de las terceras elecciones. Es un tema tan manido que doy por hecho vuestra falta de interés. Así que, si no os importa esta tribuna hablará directamente de las cuartas…….por el momento. Ya llegarán las quintas o sextas.
El problema es que hemos colocado a Sánchez y Ribera , principalmente el primero, que son unos parásitos gandules que viven de esto. La única solución consiste en que como ha dicho alguno de la prensa mientras no haya gobierno no hay más pasta y se ha acabado lo de cobrar, ellos y sus pistoleros, por salir en la tele y decir que posponen una solución transversal, asimétrica y piritifláutica como poco. Ya les daría yo al tontaina del figurín catalán y al pariente de Castejón el asesino histórico.
Reflexionando sobre el veraneo os tengo que contar que he estado, muy poco tiempo, en el cabo de Gata en Almería. Muy llamativo. Se trata de parajes solitarios donde las playas y los barrancos descarnados se adueñan del paisaje. No hay apenas gente y los degustadores de naturaleza gozan de lo lindo. Además en los aledaños del pueblo de Rodalquilar existe un hotelito que se llama «de naturaleza» que es un verdadero encanto. No os lo perdáis. No es barato pero resulta fascinante.
En tono menor, también he estado en Sanlúcar de Barrameda contemplando las carreras de caballos. Si no fuese por el calor que pasé el espectáculo me hubiera gustado mucho, con el aliciente de una maravillosa comida en uno de los sitios de Bajo de Guía. Como es lógico, el pijismo de Sevilla, Jérez y el propio Sanlúcar se adueñan de la zona pero, bueno, una vez al año no hace daño y tampoco molestan a nadie.
El verano no ha dado para mucho más que la constante búsqueda de refugio por «la caló». Muchos amigos lo han hecho bajo la sombra de José Tomás en San Sebastián, Huelva y Valladolid pero a mí la técnica del apoderado de obligarte a comprar el abono completo por verle un ratito me desborda económicamente y no estoy dispuesto a ceder aunque reconozca que con sus entradas y abonos cada uno hace lo que quiere.
La vida judicial también aporta la novedad de los incendios forestales y la sorprendente decisión de dejar en libertad provisional a un pirómano. La verdad es que he conocido a jueces bastante parecidos a los pirómanos pero como no conozco el Auto no digo nada.
Con esto de los incendios hay que hacer un par de precisiones. Las penas no son pequeñas por mucho que a unos cuantos la de muerte nos puedas parecer escasa. El problema surge porque los del cerillazo se niegan a dejarse acompañar por un notario que levante acta de la felonía. Mucho delito y poca prueba como sucede en otras ocasiones y por alta que sea la condena sin pruebas no hay tu tía. Los pueblos se desangran en esfuerzos para perseguir a estos bastardos pero es muy, muy difícil. Por eso, y dada la singular alarma social que suscitan, sigo sin entender qué ha hecho el juez de Pontevedra. Ya sabremos algo.