El titular pretende emular el conocido estímulo futbolístico. La cosa va de Piqué y Del Bosque.
Qué o qué cosa es una selección nacional del deporte rey? Para el que no lo sepa se trata de un aliciente del mercado del deporte, ahora de la televisión, basado en los sentimientos nacionales. Es más, quizás sea el único terreno donde se plantean esta clase de sensibilidades. La roja se refiere al sentido de lo español y el Barsa al catalán, y me da igual que algún majadero me lo niegue con el simplón argumento de que las cosas no deberían ser así; lo son y punto y en caso contrario que me expliquen lo del mundial, lo del basket el otro día o los pitidos al himno de la final de copa.
Tampoco hay que pensar únicamente en España. La propia Europa, y no digamos América sobre todo en el sur, son ejemplos cada día más evidentes de lo mismo. Las hinchadas y sus comportamientos en michos casos repugnantes se abrazan a los supuestos resabios del nacionalismo y, si son más subdesarrollados, normalmente peores. Sin embargo, esto tiene muchas excepciones y ahí está el ejemplo del Estadio de Heyssel donde unos gamberros ingleses se convirtieron en criminales en un pis pas.
En España vivimos en momento en el que un jugador de la selección, Piqué, ha ofendido los sentimientos nacionales sin dejar de disfrutar los emolumentos que produce la camiseta patria. Naturalmente los que tienen esos sentimientos y le pagan sus caros coches para cometer chulescas infracciones se cabrean y se la montan parda cada vez que sale de pelotero. Hasta ahí normal.
Lo que no parece tan normal es la reacción del entrenador y de los periodistas pseudoprogres, que son casi todos. El deporte es el deporte dicen y mientras que el aludido juegue bien- cosa que hace con frecuencia- no se merece los ataques.
Una eme. En primer lugar, el fútbol no es un deporte sino un espectáculo donde se maneja mucha pasta. Digamos que es una especie de circo ambulante. Nadie está obligado a jugar y si alguien se considera con derecho a ofender, con el objetivo de llevarse otra pasta basada en sensibilidades igual de nacionalistas pero contrarias, tiene que aguantar similares ofensas y si le parece mal pues que se quede en su casa.
En segundo término está lo de Del Bosque. A mí me parece un mal entrenador sin perjuicio de que sea una buena persona, lo cual es mucho más importante, pero lo que no tiene perdón de Dios, es una forma de hablar, es que seleccione a una persona que traiciona a los que le pagan. No hay una sola razón para que Piqué lleve una camiseta que simboliza todo lo que él desprecia y si lo hace pues que aguante.
A otra cosa. Me tiene negro la celebridad de Ciudadanos. Un grupo de pijos y niñas monas de los que se desconoce oficio o beneficio andan por el mundo dando recetas morales al tiempo que le hacen de marca blanca al Psoe con quienes gobiernan en un sitio tan propio de arcángeles como Andalucía. Allí perdonan los ERE y en Madrid no toleran ni los pecados veniales. Los vamos a tener hasta en la sopa a pesar de que nadie sepa qué coño preconizan.
Al margen de contar con periodistas que profesan un odio sarraceno a Rajoy, como el célebre Federico, ignoro hasta qué piensan hacer con el Impuesto de la Renta, no digo ya con las pensiones. Su edecán de Hacienda es un tal Garitano que en su día disfrutó de su apellido franquista sin dejar muestra de la más mínima rebeldía pero……nadie dice nada.