España tiene dos grandes problemas. El primero es el de todos, la desaparición de lo que conocíamos como Oriente Medio y el reparto de sus habitantes por el mundo «desarrollado » en el que es necesario incluir al que representa Pedro Sanchez y su actual aliado, quizás por poco tiempo, Arturo Mas. Me remito al estudio del problema que publica hoy el ABC con Juaristi de autor. El que quiera saber algo que se sale de lo común que lo lea.
El segundo problema es menos grave pero de peor solución. Un problemón como el descrito te puede pillar vestido, o con un trapito por encima pero a nosotros nos ha pillado en pelotas. Me refiero a la casta que ha decidido afrontar el problema, casta de indeseables con cargos simplemente municipales pero que ha asumido el mando de la nave mediante la atribución de competencias inexistentes. Se trata de, como sea, de quedarse con el asunto y gestionarlo con el dinero ajeno. Se ha formado, así, la tormenta perfecta junto al ánimo irrefrenable de introducirse en los derechos privados. En el futuro decidirán que cada uno de nosotros se haga cargo de un sirio. Naturalmente el sirio lo decidirán ellos a base de la corrupción más curte. Cuando os queráis dar cuenta el sirio será un pariente del Kichi nacido en Algeciras. Al tiempo.
Imaginaros por un momento a esa pájara independentista que ha dicho que si ganan se acabarán las abuelas que cuiden de sus nietos pues ya se encargará de los pequeños el brazo benefactor de Mas. Protejamos a los niños.
El dia no puede ser más triste y ello por el accidente de Coruña. No es únicamente el efecto de consternación, es también el cabreo. Decir como ha dicho el alcalde que las víctimas estaban en sitio seguro cuando presenciaban una carrera a pie de carretera es una bestialidad y si lo había dicho la Guardia Civil son ya dos bestialidades. Que dirían si una carrera de F 1 se hace con las mismas «precauciones». A estas alturas andan todos libres pero esperamos que mañana mismo empiecen las actuaciones y se acabe la macabra broma.
Piqué cosecha lo que ha sembrado. Es un personaje chulesco y violento que jamás debería intervenir en un acontecimiento deportivo. Villar, máximo capo, lo tolera pero la gente se ha dado cuenta y pita su intervención. Tampoco es para tanto.
Por último ayer actuó en Mérida el torero y amigo de peña taurina Juan Mora. Exquisita clase y magníficos andares para un torero que ha sacrificado una carrera que podía ser espectacular por la destilación del arte de Cúchares. Animo Juanito, espero verte pronto en alguna partida de tute donde siempre que me has reñido ha sido de forma merecida. Un abrazo.