Todo es mentira aunque ya lo supiéramos. Se muere un desgraciado en un incidente en el Manzanares – al que contribuyó en la medida de sus fuerzas – y al día siguiente todo eran lágrimas de cocodrilo. El papel de fumar se agotó en un instante y los más conspicuos propiciadores de violencia deportiva, Villar y Cerezo, se lamentaban amargamente. Bueno, Villar ni eso.
Ahora va el mayor, en tamaño y significado, macarra de España y provoca a decenas de miles de aficionados con un gesto tan violento como gratuito…..y aquí no pasa nada. Lo había hecho con la policía y tampoco se movió una hoja. Resulta que el deleznable violento pertenece a la mafia catalana que deja por los suelos a la de Sicilia pero que carece de quien le pare los pies. Dicho a las claras Piqué debería ser expulsado del fútbol a perpetuidad y sin carácter revisable, pues un tipo así, como el fugitivo de Rumanía, no tiene posibilidad alguna de reinserción. Cuando pase lo irremediable dirán aquello tan gracioso de que la culpa la tienen unos descerebrados que no representan a nada ni a nadie. Una leche.
Hace años tuve un cargo deportivo ( presidente del comité de competición de una federación ) y allí tuve ocasión de exponer mi parecer sobre la cadena perpetua con motivo de la agresión de un jugador. Este era, además, policía. Allí dije, y mi idea prosperó, que no existía un derecho absoluto a la práctica de un deporte cuando esta va ligado a un espectáculo que es observado por un significativo número de ciudadanos. En estas condiciones la práctica del deporte está supeditada a la posesión de las condiciones que exige la convivencia. En caso contrario, como facilidad para el cruce de cables, el caballero podrá ser lo que quiera pero para el deporte es un riesgo social que aconseja su exclusión. Oído al loro Piqué y todo tu dinero para los necesitados o para las desigualdades que viene a ser lo mismo.
En materia política son tres los frentes de los que me quiero ocupar. El primero, la Constitución. Al PP le ha dado por sumarse al disparate para que no le señalen con el dedo. Dado que varios catedráticos expertos en el trinque se han ofrecido, la fiesta no puede carecer de los peperos de turno. Conozco a varios de la lista de expertos de PSOE y me caigo de la risa.
Entre tanta desolación he de entresacar a Sosa Wagner. Su entrevista en Ondacero ha sido excepcional, un oasis de lucidez que ha dicho lo único cierto, que desconoce qué hay que modificar y que el acuerdo es imposible. La Constitución es una gran mentira que se fundamenta en postulados irreales que constantemente se alteran por el Tribunal Constitucional con su estrafalaria doctrina de la interpretación normativa que viene a ser » es obvio que la CE dice esto pero si esto se interpretara al revés diría lo otro que es lo que queremos » y se quedan tan orondos como alguno de sus miembros ( conocido por cierto como «el gordito» )
El segundo apunte es que la teoría que avancé hace tiempo sobre los podemistas sigue profundizando. Hay que inventar la hipótesis de la necesidad y luego gastarse el dinero en arreglar lo inexistente y percibir la cuota de poder social que le corresponde al misionero. Quién se va a oponer a darle de comer a niños hambrientos o techos a inmigrantes podridos en la miseria? Pues nadie. Naturalmente luego se ven comedores vacíos y personas que renuncian a los pisos pero la propaganda está hecha y a nadie interesa el resultado.
Por último, la LOMCE. El PSOE, impulsado por su más rabiosa tendencia antidemocrática ha dicho que no cumplirá la ley. El PP, una vez defenestrado el ministro y en campaña electoral, dice que ha de cumplirse y pacta lo contrario. Hasta aquí, de lo más normal. Lo que es más llamativo es que a nadie se le haya ocurrido decir que quien no aplique la ley se queda sin título y así se alivie la pesada carga demográfica que pesa sobre los colegios y universidades. Que la cuadrilla de inútiles docentes progresistas se salga con la suya frente al acatamiento de la ley que imponen las reglas democráticas, pero que sean los papás los que les ajusten las cuentas. O ellos o los niños, que se diviertan los lunes al sol.