Asistimos estos días al escándalo sobre el escándalo. Se trata de fenómenos de abierta corrupción donde los imputados pretenden defenderse diciendo que ellos «sólo» firmaban  sin tan siquiera leer el documento controvertido. Empezó la cosa con la inefable caradura de la infanta que se llevaba los cuartos de dinero público a través de una sociedad que le permitía vivir como una reina sin ser más que una infanta.

Ya dijo la presunta noble que ella no sabía nada de lo que allí pasaba puesto que se limitaba a firmar como si eso de firmar fuera algo baladí. Ahora los de los Ere dicen lo mismo y apostillan que el trinque está claro pero que nadie trincaba. Toma del frasco Carrasco.

Creo que ha llegado la hora de que mis antiguos colegas pongan las cosas en su sitio. El que firma la paga, conclusión inventada hace muchísimos años para preservar algo tan sencillo como el tráfico mercantil. Si además, para salvarte, dices que no sabías lo que firmabas lo que estás demostrando es que, al margen de golfo, eres tonto. Es más, quizás al primitivo delito de quedarte con lo ajeno estés añadiendo otro de estafa pues, con el objeto de engañar, suscribes un papel que no deseabas expresamente suscribir, luego lo haces para crear una ficción ante los ojos de quien te esté observando.

Espero que en la corrupción no se anden con estas excusas y que les enseñen con ejemplaridad que si firmas te la cargas. Primero, no quieren firmar y, después, se declaran insolventes para no pagar y, mucho menos, devolver lo trincado. Menudo cachondeo  han montado, sean infantes o plebeyos.

A otra cosa. Lo de la Comunidad de Madrid es de traca. No se trata ya de que la Fugitiva sea la dueña de la doble candidatura. Es que, además, hace las listas y aprueba cualquier candidato que no le haya ocurrido a ella. Creo, por lo menos eso se dice, que ha incluido con sueldo doble a todos los polis que «cambiaron» su versión sobre el incidente de su fuga . Como es lógico está buscando, como ha hecho siempre, a corruptos de reconocido prestigio. Pienso votar a la Cifuentes pero no sé porque me han dicho que en tiempos tuvo excesiva amistad con el del ático marbellí y en la vida todo se pega.