Está de moda ser liberal. Qué le vamos a hacer. Resulta que ciertas personas de la alta política imparten lecciones de liberalismo desde las páginas del periódico de la infanta, gacetilla que a base de presunciones defiende a muerte a todos los miembros de la Casa Real, si bien las presunciones no alcanzan a los jueces que les pretenden imputar cuando se lo han llevado calentito.

La más notoria es la Espe cuyas raíces liberales se pierden cuando desempeña cargos públicos y capitanea a los de la Gúrtel o a Nacho el extraño comprador de Guadalmina. Parece que todos estos salieron de la nada. A este último Mariano le va mandando sucesivos emisarios que le someten a luz de gas para evitar que prospere en las alcantarillas autonómicas. El último, el ínclito Montoro, con el que va a acabar a navajazos, se entiende que dialécticos.

Viene esto a cuento por lo de las tarifas de la luz. Nunca como ahora se ha visto con tanta claridad lo enormemente izquierdista que es nuestro país. La luz es un compendio de todas las barbaridades a que conduce la demagogia populista. Nada de nucleares porque en España suponen un riesgo que no tiene Francia a quien le compramos lo que produce por esta vía. Mucho molinillo y paneles solares para que vean que somos muy modernos y otros cincuenta cambalaches más. Al final treinta mil millones de deuda y varios altos cargos, casi todos socialistas, que se llevan una pasta gansa una vez que se les acaba el momio público.

Lo peor es que ahora la troika impide que el desaguisado se arregle con dinero del Presupuesto porque computa como deuda y, entonces, ¿quién lo paga? El país ha salido al galope y dice que las empresas eléctricas que para eso ganan mucho aunque sus acciones valgan la mitad. Así estamos y al final que se anden listos porque en caso contrario pasará lo de Argentina  y, recuerdo, en España puestos a pasar calor somos los primeros.

Hace un par de días en una emisora de radio se hizo una encuestilla de esas que tienen preguntas simples y respuestas más que previsibles. Se cuestionaba que si la audiencia prefería tarifas eléctricas que las impusiera el mercado o las que fijara el Gobierno. La emisora era ONDACERO y la respuesta me dejó atónito. Casi el 80% prefería al Gobierno. Si llega a ser en la SER, valga la redundancia, el resultado es, a la búlgara, del 110%.

Dejémonos de chorradas; en este country se tiene una fé absoluta en lo público aunque se le ponga a parir constantemente. Cuando gobierna la supuesta izquierda mucha demagogia y cuando lo hace la derecha mucho funcionario. Cómo va a ser liberal un país dirigido por Registradores de la Propiedad o/y Abogados del Estado que únicamente persiguen consolidar privilegios del año de la polka. Debería estar prohibido.

Hay otros cuerpos aún peores. La Espe procede de un invento de Fraga, de índole fascista, que eran los Técnicos de Información y Turismo, una especie de censores de prensa  para los tiempos del desarrollismo. Cuando lo de censurar empezó a estar mal visto se inventaron la publicidad del turismo despilfarrando ingentes cantidades de dineros en oficinas de  turismo en el extranjero a donde los jefes apenas acudían  y ello porque en muchos casos no sabían nada del idioma local.

Es evidente que las cosas han cambiado muchísimo. Tengo conocidos que son excelentes profesionales que se baten el cobre a diario peleando por una visión nacional de la publicidad en contra de caciques locales, uno de los cuales es Soria “el luminoso”. La pregunta es sencilla ¿ por qué no lo hacen los empresarios  aunque fuese, por una vez, con ayudas?