Acaba la feria taurina en Madrid y mi vida vuelve a la merecida rutina. Lo más notable de la isidrada ocurrió durante la Corrida ( de toros ) de la Prensa donde por primera vez la presencia de una nieta de la reina Federica de Grecia, también llamada Infanta, no fue correspondida con el habitual brindis de ningún matador. Creí alborozado que por fin los toreros se habían hecho republicanos……. pero no. Sucedía simplemente que habían llegados órdenes de arriba, como se decía antes, para evitar hipotéticas muestras de desaprobación como sucedería poco después en el Liceu. Dicho queda.
Entre tanto follón se estaba fundando en Madrid un nuevo partido político, el PPFC o, lo que es lo mismo, el Partido de las Personas Favorables al Cáncer. Como ya dije en su día hay gentes de distinto pelaje que apuestan por derogar una ley, la del tabaco, con el fin de favorecer a un incalificable tejano y, de paso, al cáncer, puesto que ninguno de ellos, a pesar de ser muy analfabetos, ignora que fumar da cáncer no sólo al que fuma sino al que respira en su proximidad. Ningún país del mundo ha derogado una ley que limite el tabaco en lugares públicos pero el PPFC is different. Luego estarán sacando pecho, o lo que sea, en las mesas petitorias el día de la cuestación anual. Como siempre, repicando y en la procesión.
Menos mal que al tejano le quedan dos telediarios y que todo esto es una monumental estafa al socaire de lo que entonces eran facilidades crediticias basadas en el dominio de Cajamadrid. Ahora no les da nadie un crédito para que escenifiquen la huída al galope con las bolsas en los costados…………..esperemos.
Entre los fundadores del partido hay hasta un Consejero de Insanidad, un tal Lasquetty que posiblemente no tenga otra forma de ganarse la vida que poniendo en riesgo la de otros seres humanos. Me ponen de mala leche para qué os voy a engañar. La peor es la alcaldesa que, en un alarde de finura mental, ha llegado a decir que allá ellos porque ir a los casinos no es obligatorio. Parece increíble pero lo dijo. Bien es cierto que esto puede explicar lo que pasó y lo que no pasó en el Madrid-Arena. No era obligatoria la asistencia. Que no le pase nada porque ser alcaldesa tampoco es una obligación.
Para compensar contaré cosas más divertidas. Tengo un amigo sumamente exótico que ahora vive en Saigón pero que, ya jubilado y sin perjuicio de sus clases en China, donde imparte materias absurdas, está en trance de establecerse en Nom Pen, allá en Camboya, porque al parecer esta ciudad cuenta con un paseo fluvial de lo más majete. Es un tipo fantástico, español de origen vasco, y cuando pasa por Madrid, como ha sucedido hace un par de días, nos vamos a cenar y lo pasamos bomba. Me expresó su inquietud porque, según dice, en la ventana de enfrente de su apartamento una vietnamita de insultante juventud practica todas las mañanas ejercicios gimnásticos por los que se puede apreciar la existencia de un tatuaje en las nalgas con la figura de un sinuoso dragón ¡¡pero no consigue ver la cabeza del bicho¡¡. Como es natural está hecho polvo más aún sabiendo que el traslado se aproxima.