Cuidado que me caen bien los italianos. Si pudiera elegir …no sé…no sé. Dentro de ellos prefiero los romanos, parece que ensayan para recibir turistas. Los del norte, quizás demasiado altaneros, desprecian hasta a los alemanes y a los austriacos. Los del sur son cariñosos pero tristes; se pasan el día echando de menos a la madre y, si se tercia, a la novia. Algo coñazo tanta nostalgia.

Los argentinos sin embargo son menos estereotiplables. Cristina, la novia de Garzón, es una indeseable quizás excesivamente proclive al latrocinio. Bien es cierto que gracias a ello se presenta a su nuevo enlace con una excelente dote en forma de un relevante paquete accionarial de Repsol. En Jaen, patria chica de Baltasar, no acaban de creéselo. Yo, pobre desgraciado, y aunque la chica no me guste, con CEPSA me hubiese conformado. En  mi pueblo, Fuente de Cantos, también sería un icono.

Resulta que comenzó el partido y Mesi los destrozó noqueando a su adorado Milan. Cuando la tormenta parecía haber pasado va Papapaco y les madruga un papado a domicilio humillando al favorito Scola en la mismísima Roma. Y, por último, como es universalmente sabido – ya vendrá mi amigo Luis a contradecirme- los mejores restaurantes italianos están en Buenos Aires,  si acaso con permiso de Nueva York.

Por otro lado, y voy en serio, menudo torpedo en la línea de flotación del Opus. Un jesuita donde San Pedro después del papado de Woytila, que había configurado una burocracia a modo y manera de San josemaria, es todo un acontecimiento De aquellos polvos, es un decir, estos lodos.

A mi, que no tengo mucho que ver con todo esto, el Papapaco me parece muy bien. Es una persona  normal y, no sé si por convicción o por falta de necesidad,  la gomina no es lo suyo. Además tiene una edad estupenda para no enredar con ciertas cosas. Total que, desde otro ámbito, ya tiene un fan.

Uno puede ser de una manera o de otra pero lo que no se puede hacer, es una canallada impropia de seres humanos, es robar los crucifijos de los cementerios, como han hecho en Guadalajara, para convertirlos en chatarra. Eso ni es fruto de la crisis ni de nada, es fruto de bastardos en sentido popular y aunque la mona se vista de seda …….mona se queda.

Bueno, pues cuando parecía que todo iba bien para los gauchos van estos y la …………fastidian, como se dice en horarios infantiles, y salen en la tele juntando como héroes a Mesi, al prelado ¡ y a Maradona ¡. Este personaje jugaba muy bien al fútbol con los pies y las manos. Todo en su vida fue mentira. O Papapaco lo borra y lo condena o me borro yo.